Estudios científicos ya han demostrado que el propósito es un elemento neuroprotector para el cerebro de las personas. Y por ello, nos han lanzado el reto de acompañar a más de 300 personas de una compañía tecnológica, para alinear sus propósitos personales con los de la organización, asegurando así que se encuentran en un entorno donde merezca la pena estar.